Malvinas: Soberanía pendiente, memoria viva

Las fechas patrias argentinas, como el 2 de abril, tienen como objetivo reivindicar la soberanía nacional, un objetivo aún pendiente.

El 2 de abril rememora no sólo la importancia de que las Islas Malvinas son un territorio Argentino ocupado por británicos, sino también a nuestros ex combatientes y caídos, muchos obligados a participar, sin el debido apoyo ni preparación, en una guerra en la que fueron maltratados no sólo por los enemigos extranjeros, sino también por la desidia de la propia dictadura militar argentina.

Sin alimentos, armamentos, acompañamientos, y a la completa deriva: jóvenes que luchaban por defender la patria y la Soberanía Nacional.

Este 2 de abril resulta imposible hacer la vista gorda sobre quienes hoy ocupan cargos políticos en el Estado Nacional; quienes reivindican abierta y públicamente a personajes oscuros para nuestra historia, nuestro país, como Margaret Tatcher, o los militares que iniciaron una guerra sin plan ni posibilidad de victoria.

La Soberanía Nacional Argentina sigue siendo vulnerada, sin poder ejercerse completamente y siendo la herramienta fundamental del pueblo para defender "lo propio" y las riquezas de este suelo, cada vez más codiciadas por los poderes hegemónicos internacionales.

Aprovechar esta fecha, como estudiante de historia de la Universidad Nacional de Mar del Plata, aún pública, para reivindicar que las Malvinas son Argentinas. 

Esta afirmación es también una manera de demotrar que lo que está en este suelo, es propiedad del pueblo argentino y de nadie más. 

Memoria viva por nuestra Soberanía Nacional Argentina.

Malvinas: Soberanía irrenunciable, desarrollo y proyección latinoamericana

El 2 de abril se conmemora el «Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas», en reconocimiento al sacrificio, la valentía y la entrega brindada por jóvenes soldados (conscriptos, suboficiales y oficiales) durante los setenta y cuatro días del conflicto. 

Asimismo, el 2 de abril también ofrece una oportunidad para ratificar nuestros derechos de soberanía respecto al territorio ocupado de forma ilegal e ilegítimo por el Reino Unido en el archipiélago. Malvinas no son sólo las memorias de la guerra, sino también la historia y el presente del reclamo diplomático más largo e importante que ha sostenido el Estado argentino en su historia.

Las Islas Malvinas: Un territorio estratégico y vital para el desarrollo

Las Islas del Atlántico sur son un territorio sumamente estratégico desde la mirada geopolítica, e imprescindible desde lo económico.

Cuando hablamos de una mirada geopolítica se debe a que el Estrecho de Magallanes, los Pasajes de Beagle y Drake, posibilitan la comunicación interoceánica Atlántico-Pacífico y son fundamentales para el monitoreo e intervención en el comercio mundial. Asimismo, las Malvinas tiene una conexión importantísima con la Antártida, territorio codiciado por ser reservorio de minerales, biodiversidad y por almacenar en forma de hielo más de las tres cuartas partes de agua dulce existente en el planeta. Esto hace que no las podamos pensar separadamente ya que la primera confiere la llave de entrada a la segunda. 

Las Islas no son solo un único vector geopolítico y estratégico, sino también un factor de desarrollo económico. La corriente de Malvinas, que transporta masas de agua hacia el norte, que además de ser frías y pocos salinas, son ricas en nutrientes y genera abundancia de producción primaria, de la cual se alimentan aves, peces y de la que depende una cadena trófica mucho más amplia, incrementando la biodiversidad en la plataforma..

En esta fecha es crucial hablar de Soberanía Nacional. Cuando denunciamos que la Argentina tiene un conflicto de soberanía con el Reino Unido por la ocupación ilegal de las islas Malvinas, nos referimos en realidad, a la usurpación de un territorio mucho más amplio que el de la superficie del archipiélago.

Un ejemplo claro de esto fue luego de la guerra. Reino Unido ganó el control absoluto de las 200 millas náuticas que circundan las Islas Malvinas, y las Georgias y Sandwich del Sur, permitiendo el dominio hegemónico en el territorio respecto al aprovechamiento de los recursos naturales. Esto presenta un grandísimo conflicto ya que los problemas de pesca ilegal que existen en nuestro territorio se dan gracias a los permisos ilegales que otorga este país en Malvinas, permitiendo el saqueo de recursos naturales en nuestra Zona Económica Exclusiva.

Resignificar nuestro territorio: Argentina como un país oceánico y bicontinental

Es importante como ciudadanos empezar a resignificar nuestro territorio.

Entender la idea de que Argentina es un país oceánico y bicontinental, donde el espacio marítimo, la plataforma continental y la Antártida tienen que ser comprendidas en el ideario nacional como parte estratégica de nuestro territorio.

Esto nos va a permitir observar nuestro territorio integralmente, donde la soberanía deja de ser sólo una cuestión de nacionalismos absurdos y comienza a ser la llave para la plena independencia económica y la ansiada justicia social.

También pensar la causa Malvinas como una causa latinoamericana no solo porque la usurpación territorial hiere a la Argentina y a todo el Cono Sur, sino también porque las consecuencias de esta permanencia colonial constituyen una agresión a la soberanía, integración y desarrollo de todo el continente.

Las Islas Malvinas son una parte irrenunciable del territorio argentino. La recuperación de la soberanía sobre las Islas Malvinas es un objetivo fundamental para la Argentina, no solo por razones históricas y sentimentales, sino también por las importantes ventajas geopolíticas y económicas que supondría.

Este 2 de abril, renovemos nuestro compromiso con la causa Malvinas y exijimos al Reino Unido poner fin a este colonialismo anacrónico.

La poesía es una respuesta a la realidad

En las narrativas, la poesía, el teatro, las novelas y los cuentos hallamos memoria sobre nuestra historia. La escritura es una huella imborrable donde persiste la vida de cada quien que escribe. Carlos Kuraiem peleó en la guerra de Malvinas, y hoy recordamos a los ex combatientes en este poema que los mantiene a fuego vivo.

Carlos Kuraiem 

Buenos Aires, 1956

Dejé

mi calle atrás,

atrás,

mi espalda;

un recuerdo atrás.

Un sol, soldado, en mi ventana.

Un árbol de sombras.

Una vecina limpiadora de veredas.

Y un cartel a los familiares que decía: 

"El poeta salió a pelear la realidad."

Sólo tengo este tiempo

para expresarme

y puedo verlo

y veo con los ojos de mi tiempo.

Veo que hoy la patria

reclama al obrero

que ayer fue golpeado

en una manifestación imaginaria

para ir a ocuparse de una guerra.

¿Qué no hace uno por su tierra?

¿Qué no aguanta uno por ella?

¿Qué no entrega?